El tema del aborto tiende a ser controversial. Algunas personas tienen opiniones basadas en mitos, por lo que no están abiertos a hablar sobre el tema desde un punto de vista diferente.
Cuando decimos la palabra aborto, en ocasiones despierta una reacción negativa, y salen comentarios cómo: “debió cuidarse”, “para qué abrió las piernas” o “es una egoísta”. Pero, la realidad es que las historias de por qué cada niña o mujer toma la decisión de interrumpir su embarazo son únicas y juzgarlas sin conocer sus razones, no hace más que seguir estigmatizando un procedimiento tan seguro y necesario como lo es la IVE.
La Interrupción Voluntaria del Embarazo
Una IVE se lleva a cabo por diversas razones, como
- Problemas de salud de la madre,
- Anomalías fetales incompatibles con la vida,
- Abuso sexual o incesto, o
- La falta de recursos para criar a un hijo,
- Entre muchas otras.
Nadie conoce la angustia que se siente cuando se tiene un embarazo no deseado, o cuando es inviable; por esto es clave que nos pongamos en los zapatos de la otra persona, para entender que quien toma la decisión de interrumpir su embarazo lo hace después de considerar cuidadosamente todas las circunstancias y opciones, para así decidir lo más acertado para su vida.
No existe un tipo de mujer que aborta, existen razones que pueden llevar a una mujer a decidir interrumpir su embarazo.
El aborto estigmatizado
Desafortunadamente, los estigmas en torno al aborto persisten y dificultan el acceso al procedimiento. Los prejuicios pueden llevar a muchas mujeres a sentirse excluidas y sin apoyo de su entorno, pues en muchos casos nuestras propias ideas hacen que ignoremos la realidad que está pasando esa otra mujer.
Pero, ¿que pasaría si tu hermana necesitase un aborto? ¿tu prima? ¿tu amiga? ¿qué pasaría si tú necesitaras uno?
Como sociedad, debemos dejar atrás nuestros prejuicios y empezar a tratar el tema desde el respeto, la comprensión y el apoyo, entendiendo que la IVE es un procedimiento médico como muchos otros, que cuando se lleva a cabo, es necesario para proteger la vida y la salud de las mujeres y niñas.
Para lograr esto, se debe buscar información clara, basada en evidencia y no en mitos, con el fin de promover el diálogo abierto desde la empatía para crear espacios seguros donde las mujeres puedan compartir sus experiencias sin temor a ser juzgadas.
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